LA
RUPTURA DEL REGIONALISMO AREQUIPEÑO DE CARA AL PROYECTO TIA MARIA
Arequipa
ha sido y es una las ciudades más representativas del Perú, y también una de
las más fantásticas de América Latina, como fue catalogada en junio del 2018
por la cadena de noticias BBC, que la ubica
en el puesto cinco de un ranking de las “diez
ciudades más cool del mundo” (BBC mundo, 2018) . Y así lo propio, la
importante revista de rankings Forbes,
que también la sitúa como una de las ciudades del mundo que no se debe dejar de
visitar. Sin embargo, esto solo es un dato que resalta las cualidades de esta
ciudad, de la cual sus habitantes se sienten orgullosos. No obstante, Arequipa no
solo representa una ciudad hermosa por su arquitectura, paisajes, gastronomía y
cultura en general, sino que también, se caracteriza por su regionalismo, que para
el historiador Eusebio Quiroz Paz Soldán, esto es representado por la identidad
cultural que se ha forjado a partir de su concepción mestiza. La
identidad cultural de Arequipa será examinada como realidad objetiva y como
experiencia de aculturación, bajo el concepto que es resultado de un crisol de
mestizaje que se ha forjado en la ciudad. (Quiroz, 2005)
A lo largo del tiempo, Arequipa ha sido
escenario de múltiples hechos históricos que han contribuido al reforzamiento
de su regionalismo, producto de esto se tiene entendido que la identidad
cultural del arequipeño es dramáticamente marcada a diferencia de los
ciudadanos de otras ciudades del Perú, y los conflictos sociales que ha
atravesado le han servido para cohesionar a su población, utilizando como medio
la solidaridad social.
Desde este punto empezaremos el
análisis de los conflictos sociales suscitados en Arequipa y que marcaron una
diferencia en su historia. No obstante, mencionaremos los eventos más relevantes,
que han sido motivo de mayor trascendencia en el poblador arequipeño y su
desempeño en las diferentes etapas de su historia y que han provocado que
Arequipa tenga la reputación de “revolucionaria”. De acuerdo con el libro de Juan Gualberto Valdivia en
“las Revoluciones de Arequipa”, fueron ocho revoluciones que se presentaron en
el siglo XIX en la Arequipa conservadora luego que se diera la proclamación de
la Independencia. (Mamani, 2018)
En la guerra del pacifico el papel
del poblador arequipeño queda en una situación antagónica sobre su
participación en dicha guerra, forjándose así “la leyenda negra de Arequipa” en
el que explican que se rindió sin luchar. Nos
inventaron la “historia negra de Arequipa en la guerra con Chile”. Y ahora,
después de levantar fácilmente los cargos con la verdad histórica, les
devolvemos, la “historia amarilla (por traidora) de Lima en la guerra con
Chile” (Masias, 2016) . Aquí se puede ver una clara
discrepancia frente a la capital peruana, y Jorge Basadre reafirma diciendo que
“Arequipa es una pistola apuntando al
corazón de lima” (BBC, 2017) esto con motivo
de la rebelión del pueblo arequipeño ante el actuar de Ramón Castilla, hecho
que provoco la guerra civil peruana o la conocida Revolución de Arequipa.
Estos hechos producidos entre los siglos XIX y el XX,
se interiorizaron en el imaginario popular formando una parte intrínseca de la
cultura arequipeña. No obstante, el regionalismo arequipeño se alimentaria también
de este sentimiento jacobino, que sería reconocido un siglo después, con la otrora
“Revolución del cincuenta”, en el que su pueblo se levanta en protesta generando
un movimiento popular que se contrapone a las intenciones del golpista militar Manuel
Odría, quien intenta mediante el prefecto de Arequipa, Agustín Mesa Cuadra,
disipar una huelga generada por los estudiantes del colegio Independencia
Americana, y que tuvo repercusiones políticas que hicieron que Odría ordenara
repeler la protesta usando a las fuerzas militares y policiales contra la
manifestación popular. Este hecho alcanzó una magnitud de cohesión tal, que
Arequipa paralizo en su totalidad por cuatro días.
A demás de esto, un gran antecedente a los
hechos del cincuenta fue el resentimiento hacia Odría, de parte del pueblo
arequipeño, producto del cuartelazo y el golpe de estado a José Luis Bustamante y Ribero, el arequipeño más influyente
de ese entonces.
Esta atmosfera detractora contra los gobiernos
siguió vigente en el imaginario popular arequipeño, y se expresaba en diversos
sucesos y que obtendría un rotulo que se ponía en alusión en cada protesta o
manifestación.
“Arequipa revolución” esta frase a manera
de arenga se dejó escuchar al unísono durante los inicios del año dos mil,
cuando el presidente Alejandro Toledo pretendió privatizar la empresa eléctrica
EGASA. En este suceso se vio una vez más a la Arequipa cohesionada y rebelde en
la gesta que se denominó “el arequipeñazo”
"Sí,
lo de Arequipa fue una revolución -aunque muchos tengan miedo de usar esta
palabra- una revolución que no ha ganado la presidencia del gobierno ni ha
cambiado unos candidatos por otros, porque no era eso lo que buscaba, sino que
ha quebrado al fin de un viejo estado de envilecimiento en el país,
sacudiéndolo de su modorra y de su resignación" (LLutari, 2016)
Tía María es uno de los conflictos que continua en
vigencia, con una duración de diez años, y que ha cobrado más de medio centenar
de víctimas en su proceso. Sin embargo, no solo ha cobrado víctimas humanas y
materiales, sino que también, ha producido una brecha entre los pobladores
arequipeños.
Este problema surgió en el 2009 cuando
la empresa minera Southern Perú pretendió exponer ante los pobladores del Valle
de Tambo el Estudio de Impacto Ambiental para su ejecución, y encontraron
rechazo mayoritario. Su punto más álgido fue el 23 de marzo de
2015, cuando los lugareños empezaron un paro indefinido en Islay contra el inicio del
proyecto, la situación fue tensa por el enfrentamiento entre pobladores y
fuerzas policiales. (Alire, 2018)
El proyecto Tía María tiene como espacio de
operaciones la zona de Cocachacra y la Tapada, en la provincia de Islay, una de
las provincias costeras de Arequipa. No obstante, siendo Arequipa el gobierno
central, las protestas contra este proyecto se mudaron hasta esa metrópoli, y
que este año cobro mayor fuerza, causando que la Arequipa identificada por su
cohesión en este tipo de sucesos, se notara fraccionada no solo por distintas
posturas frente a dicho proyecto, sino que también, por aspectos de raza y
clase.
Este tipo de conflictos no se había puesto en
evidencia, por lo menos no entre sus mismos pobladores, denotando que el
regionalismo del cual Arequipa ha sido representativo se ha convertido para
ciertos grupos en etnocentrismo, entendiendo que:
El etnocentrismo
étnico – cultural no es más que una reafirmación existencial de los propios
componentes etno – culturales, tiene un claro componente psicosocial que
favorece la aparición de actividades xenófobas, etnocentricas, cultivadas y
aprendidas en el seno de una comunidad que ha construido sobre la base de la
exclusión y la negación del enclaustramiento y de la distancia respecto de lo
que no sea lo propio, mitificando su pasado étnico – cultural que nunca ha
existido. (Aranguren, 2016)
Al parecer el discurso regionalista que se manejaba
dentro de Arequipa, y que se proyectaba hacia otras ciudades solo era una cosa
de la metrópoli, mas no, de las provincias que la componen, aunque estas se
sientan identificadas con la misma. Pero que, en este conflicto relució la
etiqueta “arequipeño de nacimiento” en tono despectivo hacia los migrantes y
los que no son de Arequipa capital, reforzando así las estadísticas que encasillan
a Arequipa como una de las ciudades más racistas del Perú.
Los arequipeños son más racistas que los peruanos. Mientras
que el 51% opina que los peruanos son racistas, el 61% señalan que los
arequipeños lo son. Reconozcamos que el tema carece de investigaciones sociales
que nos permitan desentrañar las raíces de lo que nadie puede sostener como
razonable: el racismo. (Velasquez, 2017)
Arequipa ya no representa la ciudad
“revolucionaria” en el contexto amplio que esta palabra demarca, y si bien su
proceso histórico de lucha coalicionada ha sido una de sus características
dentro de su característico regionalismo, no lo es más. Su contexto actual nos
puede dar fe de ello y nos hace entender que en realidad existen arequipeños
que se entienden una especie de raza
superior de cara a sus propios coterráneos, que también nacieron dentro de
la ciudad, pero que sus orígenes pertenecen a otro lugar.
Bibliografía
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minero en conflicto y sin final cercano. Arequipa, Peru: El Correo. Obtenido
de
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de
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con5_uibd.nsf/1C4F2C8D9CB547C10525827C00781DE3/$FILE/79.0143.TH.pdf
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cierto que los arequipeños son los más orgullosos de Perú?". Obtenido
de El Comercio:
https://elcomercio.pe/peru/arequipa/arequipenos-orgullosos-peru-bbc-noticia-472256-noticia/?foto=11
BBC, m. (5 de junio de
2018). BBC mundo. Estas son las 4 ciudades "más cool" de América
Latina que la revista Forbes recomienda visitar este 201. Obtenido de
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-43657366
LLutari, Q. F. (2016). EL
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Repositorio UNSA: http://repositorio.unsa.edu.pe/bitstream/handle/UNSA/1975/EDllqufj.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Mamani, J. G. (16 de
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https://diariocorreo.pe/edicion/arequipa/arequipa-una-ciudad-revolucionaria-836378/
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Quiroz, P. S. (2005). La
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